Seguramente te suene la palabra Montessori, ya que son muchos los libros y juguetes que se basan en esta metodología. Pero quizás no sepas quién es esta mujer, a qué se dedicó, cuál es su método y sus principios, y por qué ahora son tantos los padres que buscan esta educación en casa.
En este post te invitamos a que la conozcas, y puedas descubrir una pedagogía donde tu hijo es el verdadero protagonista, y quizás te guste tanto su pensamiento pedagógico, que decidas aplicarlo tú también, ¿estás preparado para dejarte llevar por la filosofía Montessori?
Recursos para conocer a fondo a Maria Montessori:
¿Quién es Maria Montessori?
Para saber quién es Maria Montessori, primero hay que conocer quién fue esta mujer, cuál es su historia y a que se dedicó, y así quizás entiendas que su método no viene desde una simple opinión, sino que hay una amplia fundamentación teórica detrás.
Maria Montessori nació el 31 de agosto de 1870, fue una educadora, médica, científica, psiquiatra, filósofa, psicóloga, devota católica, feminista y humanista italiana. Nació en una familia burguesa, su padre era militar de profesión y muy estricto. En su época a lo que más aspiraba una mujer era a ser maestra, aunque en su familia se reconocía el derecho a cierta educación de la mujer, lo que le abrió el camino a una larga carrera de formación.
Empezó estudiando ingeniería a los 14 años, luego biología, y por último fue aceptada en la Universidad de Medicina, graduándose como la primera mujer médico en Italia. Más tarde estudió antropología y un doctorado en filosofía.
Tras un desafortunado romance con un psiquiatra y profesor suyo, con el que tuvo a su primer hijo, le llevó a Maria a afiliarse al movimiento feminista, del que fue representante a nivel nacional.
En 1933 abandonó Italia, ya que se vió obligada a exiliarse tras un desencuentro con Mussolini, que obligó a cerrar sus escuelas en Italia. Se vino a Barcelona donde estuvo viviendo un tiempo, y luego se estableció en Holanda con su esposo y su hijo. En 1947, regresó a Italia para ayudar a reorganizar las escuelas y reanudar las clases en la Universidad de Roma.
¿A qué se dedicó?
Se interesó por la educación de los niños con deficiencias mentales y creó un método experimental para que estos niños aprendieran a leer y escribir. Desarrolló sus propios métodos, que aplicó a toda clase de niños, y tras su práctica profesional, llegó a la conclusión de que los niños se construyen a sí mismos, a partir del ambiente que les rodea. Para comprobarlo, decidió volver a la universidad para estudiar psicología, y decidió hacerse cargo de 60 menores cuyos padres trabajaban y así observarlos.
Fundó así, la Casa de los Niños, y desarrolló lo que a día de hoy llamamos el método Montessori de enseñanza. Maria Montessori luchó por reformar la metodología y la psicología de la educación, con la premisa de que los niños son sus propios maestros y que para aprender necesitan libertad y multiplicidad de opciones entre las cuales elegir.
En 1949 se quedó a vivir definitivamente en Amsterdam, y ese año publicó su libro The Absorbent Mind, más tarde fue nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Amsterdam. En tres oportunidades fue nominada para el Premio Nobel. Y en 1952, a sus 82 años de edad, falleció en Holanda, pero su carrera no terminó aquí, a día de hoy su pensamiento sigue vivo en muchas instituciones educativas, alrededor del mundo, que aplican su método, y muchas familias que en sus casas educan desde este pensamiento.
Principios básicos que estableció María Montessori
La metodología del método Montessori se rige por varios principios:
- La mente absorbente de los niños. En su pedagogía nos habla de la capacidad que poseen los niños para adquirir conocimientos como si fueran una esponja, ya que absorben todo lo que ven y hacen. Comprendiendo así, que la primera etapa de desarrollo humano es la más importante, y donde el niño necesita más ayuda, no porque se le considere débil, sino porque está dotado de grandes energías creativas, de naturaleza tan frágil que exigen una defensa amorosa e inteligente.
- Los períodos sensibles. Montessori demuestra que hay ciertos períodos donde los niños pueden adquirir una habilidad con mucha más facilidad. Se trata de sensibilidades especiales que le permiten a los niños ponerse en relación con el mundo externo de un modo mucho más intenso, son periodos pasajeros y se limitan a la adquisición de un determinado carácter.
- Importancia del ambiente preparado. Se refiere a la necesidad de crear un ambiente cuidadosamente organizado, diseñado para el autoaprendizaje y crecimiento del niño. Las características de este ambiente preparado le permiten al niño desarrollarse sin la ayuda ni supervisión constante de un adulto. El diseño de estos ambientes se basa en los principios de simplicidad, belleza y orden. Se trata de crear espacios luminosos y cálidos, que incluyan elementos de la naturaleza, arte, música y libros. Y siempre con mobiliario y material, adaptados a la altura del niño, para que pueda desenvolverse él solo.
- El rol del adulto. En esta filosofía el adulto es un simple guía, y debe dar a conocer el ambiente de forma respetuosa y cariñosa. El verdadero educador está al servicio del educando, y debe hacerlo con humildad, dejando que el niño sea el verdadero protagonista de su desarrollo.
- Materiales concretos. Montessori trabaja con materiales didácticos diseñados para que el niño pueda reconocer el error por sí mismo y hacerse responsable del propio aprendizaje, es decir, son la llave para que pueda explorar el mundo y desarrollar sus habilidades cognitivas básicas. Suelen ser materiales que posibilitan la repetición, lo que promueve la concentración.
¿Cuáles son las teorías de Maria Montessori?
Una de las teorías de Maria Montessori, y a la cual le damos muy poca importancia, es la teoría de educar desde el amor y el respeto. Muchas veces nos centramos en preparar un buen ambiente, crear áreas de trabajo y organizar los materiales, y nos olvidamos de centrarnos en lo más importante.
Cuando Montessori nos habla de la teoría del amor, se refiere al respeto, a la libertad con responsabilidad, con límites y estructura. Valorar al niño, tener fe, confianza, empatía y paciencia con él. Conocer sus necesidades.
Cuando hablamos de dejar autonomía y libertad, puede parecer un método de educación pasiva, donde dejas hacer al niño lo que le da la gana, cuando le apetece y donde le apetece, sin ningún tipo de límites, pero la libertad de la que hablamos, no trata de eso.
Se trata de darle al niño la posibilidad de despertar su propio espíritu, para después proporcionarle los medios y herramientas que necesita. Un niño es capaz de formar al hombre con sus mejores o peores características. El niño necesita ser reconocido, respetado y ayudado. Se debe respetar el derecho del niño a protestar y opinar, y nosotros somos los encargados de facilitarles los medios.
Ser guía no significa pasar del niño, ser guía conlleva la observación, el análisis y síntesis. Se trata de que resuelva sus incógnitas por sí mismo, con libros o con ayuda de un compañero, y como último recurso, un adulto. Dar amor, es dar libertad, es respetar sus tiempos, tener paciencia, dejar que él haga y deshaga, sin prisas, sin órdenes. Enseñar los principios del orden, mostrar cómo se hace, pero dejarle a él que lo repita. En definitiva, dejar que el niño sea el verdadero protagonista, donde el ambiente está adecuado para su comodidad y no la tuya, que quizá esto sea lo más difícil, dejar que alguien ocupe nuestro espacio y tiempo.
En definitiva, el método Montessori, no solo es una formación académica, también es una forma de vida, que puedes aplicar a la educación de tus hijos, tanto en casa como fuera. Y es por ello, que si te interesa, te invitamos a que conozcas cómo ambientar tu casa con el método Montessori y disfrutar de todos sus beneficios.